París no es para todos los hombres el paraíso de la tierra; no lo creáis así, aun cuando lo repitan sin cansarse aquellos que en París han vivido y saboreado los encantos de una vida activa, donde los placeres del espíritu disputan las horas, que aquí son cortas, a los placeres del sensualismo que trasmite y absorbe las impresiones del ser humano.No; el paraíso de cada hombre está en la tierra natal; y si ella le falta, y si ella está lejos, ese paraíso lo encuentra en los recuerdos de esta tierra querida y tan sólo en aquellas horas de profunda reconcentración en que el espíritu viaja, atraviesa los mares, recuenta los tiempos, los hombres y las cosas, y por el sentimiento del amor más puro vive en una idealidad que no es dable describir; pero que se siente, que existe para cada hombre, y que sólo puede nacer del amor a la tierra patria. Yo he sentido esas horas.
Hilario Ascasubi. De la introducción "Al lector" en "Santos Vega o los Mellizos de la Flor. Rasgos dramáticos de la vida del gaucho en las campañas y praderas de la República Argentina (1778-1808)". París, Imprenta Paul Dupont, 1872. (Biblioteca Digital Argentina).
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