Nací en Buenos Aires, aunque ahora no vivo ahí. Es algo insalubre la ciudad, pero el lugar donde nacimos lo queremos sea como sea.
Mi ciudad tiene el encanto de los escritores bohemios en los bares del centro, tiene el misterio del subte que aparece y desaparece bajo tierra, tiene muchas cosas más. Tiene algo de inhumano, pero el hombre es capaz de humanizar hasta la ciudad.
Él hizo la ciudad. La ciudad es "libre" y puede decidir lo que hace. El ciudadano no puede modificarla. Sabe que así libre (o, digamos, así en la posibilidad de su libre albedrío) es autora de los más bajos actos. Pero la ama igual. Y le da la libertad para que algún día vuelva a él, al hombre.
Claro, para eso deberá negarse a ella misma.
Mi ciudad tiene el encanto de los escritores bohemios en los bares del centro, tiene el misterio del subte que aparece y desaparece bajo tierra, tiene muchas cosas más. Tiene algo de inhumano, pero el hombre es capaz de humanizar hasta la ciudad.
Él hizo la ciudad. La ciudad es "libre" y puede decidir lo que hace. El ciudadano no puede modificarla. Sabe que así libre (o, digamos, así en la posibilidad de su libre albedrío) es autora de los más bajos actos. Pero la ama igual. Y le da la libertad para que algún día vuelva a él, al hombre.
Claro, para eso deberá negarse a ella misma.
(En el día de Cristo Rey)
3 comentarios:
Me encanta Buenos Aires, con sus cafés, rica comida, sus edificios grandiosos, casi con un sello fachista, de Musolini (o como se escriba); su cultura.... y como dijo mi hija: una ciudad europea en que hablan castellano, cerca ¡y con el cambio favorable! ah! y los porteños son muy buenosmozos en general.... no sé tú.
Jamás había escuchado eso de Mussolini para Buenos Aires...
Lo de buenmozo lo sabrá mi esposa...
Doy fe.
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