En el post del jueves, cerraba con la cita de "El Evangelio de Jesucristo":
"(...) existe hoy un movimiento optimista llamado 'democristianismo' que espera la salvación para el amenazado mundo nuestro, de medidas políticas; para lo cual ha insertado la religión en un sistema particular de gobierno (en el mejor de los casos): la 'democracia'. No digo que ellos sean malos cristianos todos, no los son todos, ni menos herejes; mas lo cierto es que desconocen la visión pesimista del 'Mundo' que siempre tuvo la Iglesia; y la de la 'Política', que tienen hoy los cristianos; e incluso los filósofos: el desorden actual es tan vasto y profundo que la 'inteligencia política' no solamente es impotente a solucionarlo, más aún a abarcarlo entero –dijo Jácome Maritain el cual sin embargo se volvió después democristiano".
Y dije que mucho no podía profundizar, pero había algunas ideas dando vueltas. Bueno, son cosas así:
Democracia. Ya sabemos el ídolo que de la democracia hizo el mundo actual, no viene al caso expandirse mucho. No tengo nada nuevo para aportar. Yo puedo decir que referente a la democracia me gusta la advertencia de Juan Pablo II, esa de que "una democracia sin valores es una tiranía encubierta"; esa idea que está desarrollada en "Evangelium Vitae"; me gusta decir a mí: "no es cuestión de hacer ley de lo que vote la mayoría sino de hacer ley aquello que sea verdadero. La ley debe ser adecuada a la verdad, no automáticamente al interés mayoritario". Esta es una de las principales dificultades de la democracia.
A modo de "adorno" les dejo el link de un artículo "sorprendentemente políticamente incorrecto" que se titula: "más del 50 por ciento de los latinoamericanos sacrificaría la democracia". Link (supongo se necesita clave La Nación). Aunque los móviles de la gente, según los presenta el artículo, no me parecen de lo más "elevado", es bueno que se cuestione así al "moderno falso dios" de la democracia.
Política. Meterse en política vale. Para un cristiano es una acción heroica; por lo menos así lo imagino yo, que poca habilidad política tengo. "Vale" querer mejorar al mundo con la política. Claro, creo que es engañarse el pensar que al mundo lo arreglaremos completamente con la política, o "cristianizando" la política. Sería algo como pretender esa "efectividad" del Cristianismo para el mundo, esa "mejoría" de la que hablaba Hernán en Esperando Nacer hace varios días (link).
Pero insistiría yo: "vale" querer cristianizar la política, ¿por qué no? Creo que sí. Rezamos este primero de año y muchas veces para que los gobernantes tengan virtudes cristianas. El camino de la mejoría del mundo por medios "humanos" creo que es provechoso si tenemos en cuenta primero, que no son los únicos medios; segundo, que lo que debe cambiar es la persona, su capacidad y sobre todo sus móviles (sin amor, nada vale); tercero, si tenemos en cuenta que el camino de la perfección es un camino y que la felicidad está en caminar siempre, y sabernos ayudados por Dios cuando caemos.
Dice en el capítulo "parábolas de la semilla", del mismo libro citado al comienzo: "El remedio [para la Argentina] tiene que venir de Dios y del espíritu; tiene que venir del sacrificio y del llanto; y de una cosa viviente, como es la Verdad. Hay que caer como semilla en tierra y morir, como ‘los que NO tienen estatuas’..."
Meterse en política es correr el riesgo de que te hagan estatuas y "perder la cabeza", ¿no? (y esto suponiendo honestidad en cuanto a la administración del dinero y los bienes). Por eso es dura la parte del político en el trabajo por un mundo mejor.
Y ahora debería leer a Maritain antes de seguir ocupando bytes y tiempo, propios y ajenos.
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