martes, 15 de noviembre de 2005

Algo acerca de las promesas

(En el mundo comercial, se utilizan frases o slogans que a veces contienen palabras importantes. En el caso que vi hoy es la expresión "cumplir promesas". Y hay que decir que es llamativo escuchar hablar de "promesas" como tal. Estamos acostumbrados a escuchar "acuerdos", "compromisos", "alianzas"; palabras no menos importantes, por cierto)*.

Si una promesa es para siempre, sólo la habré cumplido si nunca la dejé de cumplir. Si alguna vez no la cumplí, el “juicio final” será que no cumplí la promesa.

En inglés dicen: “keep a promise”. “Guardar una promesa”, traducen algunos. “Mantenerla”, se me ocurre, usando ese keep.

Así visto, en castellano estaríamos poniendo énfasis en el final, en el cumplimiento de la promesa, mientras que en inglés se estaría destacando el transcurso, la característica del "promesante" en camino hacia el cumplimiento final.

Pero claro, las promesas para toda la vida son promesas que se cumplen continuamente, porque se vive siendo fiel a las mismas (frente a posibilidades de no serlo). Se vive cumpliendo las promesas. Y de esa forma, ambas expresiones (en castellano y en inglés) son semejantes. ¡Bah!, yo digo.

Sé que algo (o mucho) se me debe estar escapando por atrás de todo esto. Pero vaya lo que fue, por ahora, para empezar.

Posdata: por ejemplo, hay promesas que se deben cumplir continuamente y hay promesas que se cumplen en un determinado momento (prometo ser buena persona, primer tipo; prometo ir hoy a tal lugar, segundo tipo). Quizás otra diferencia no sea el "tiempo de vigencia" de la promesa sino las oportunidades en que se prueba la fidelidad a la promesa. Está también la forma de enunciarlas, afirmativa o negativamente. Etcétera. No prometo seguir con este tema.

* Todo surgió al leer el slogan de una firma que vende maquinas para depósitos: “[Máquinas X], because you have promises to keep”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi admirado Chesterton dice sobre una de las dos promesas más importantes que yo encuentro "del primer tipo" que propones ahí, del matrimonio en concreto en mi ejemplo:
Se acostumbra a hacer tan solemnes los esponsales, con fiestas, lujo, invitados, etc, con toda esa importancia, pues lo que se promete ahí y los compromisos son tan definitivos y extraordinarios, un cheque en blanco en definitiva, que valen el esfuerzo y lo justifican.
Nadie haría lo mismo por algo así como una promesa mientras no tengas arrugas o tengas una billetera bien provista, ¿no?
Igual cosa con las órdenes sagradas. Es dar la vida completa para siempre.
Algo hablo en mi sitio sobre el matrimonio por si quisieras verlo acá:
cantico-nuevo.blogspot.com

Juan Ignacio dijo...

Sí, lo vi, es muy bueno.
Saludos.