Hoy. Siglo XXI. Ciudad de Buenos Aires. Millones de habitantes en poco espacio. Televisión, Internet, radio, cidí, dividí, mi, tu, fu. ¿Me creería usted si le digo que aún hay gente (en esta ciudad, sí) que charla en las veredas por las noches de verano?
Pues las hay. Las he visto. Fue hace unos días, en los barrios del sur, allá donde las calles vuelven a cambiar de nombre*.
Y debe haber otros barrios donde también suceda, pero la citada es prueba suficiente.
Y acá, en mis pagos de los surroundings, hay casas (creanme, me siento orgulloso) que dejan la puerta abierta durante el día. Y se puede ver la puerta "cancel". Como invitando, como dispuestos a recibir.
* ¿Es significativo que las calles cambien de nombre en Rivadavia y en Caseros? ¿Y que La Plata no cambie de nombre en Caseros? ¡Epa! Trabajo para algún historiador...
2 comentarios:
qué encantador lo que cuentas.
Estamos asistiendo a hecho que cada vez más nos enrejamos para protegernos de la delicuencia. Resultado: Estamos nosotros encarcelados y ellos libres.
Un saludo
Dese una vuelta por Saavedra un Domingo, Don, y verá alrededor del parque a gente variada no sólo en el parque sino en la puerta de su casa, reposerita, tomando mate. La escena se repite: orillando parque Chacabuco, ciertas zonas de Boedo, Villa Ortuzar, y la lista sigue.
Hay vida más allá del "country" ... a Dios gracias.
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