martes, 15 de marzo de 2005

Revisión (cambio de modalidad)

La revisión hecha en el formato de post "vivo" no me convenció (¿es algo "fabulador" esto de asignar una actitud humana, como es el convencer, a una entidad inanimada como lo es una organización estructural de un blog?).
La revisión continuará en posts individuales como éste, que es revisión de aquél* del 21 de septiembre, "Siempre una respuesta, o: La llave maestra". He descubierto, tiempo después de escrito el post, que la idea de la llave maestra ha tenido otras expresiones. De esta manera los derechos de autor de la misma vuelven a ser parte de una disputa, al menos para mí.
Viacrucis Vaticano 2000, segunda estación con meditaciones de Juan Pablo II...
La cruz. El instrumento de una muerte infame. No era lícito condenar a un ciudadano romano a la muerte en cruz: era demasiado humillante. Pero el momento en que Jesús de Nazaret cargó con la cruz para llevarla al Calvario, marcó un cambio en la historia de la cruz.
De ser signo de una muerte infame, reservada a las personas de baja categoría, se convierte en una llave maestra. Con su ayuda, de ahora en adelante, el hombre abrirá la puerta de las profundidades del misterio de Dios.
Por medio de Cristo, que acepta la cruz, instrumento del propio despojo, los hombres sabrán que "Dios es amor".
Amor inconmensurable: "Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna" (Juan 3,16).
Esta verdad sobre Dios ha sido revelada al mundo a través de la cruz.
¿No podía revelarse de otro modo? Tal vez sí. Sin embargo, Dios ha elegido la cruz.
El Padre ha elegido la cruz para su Hijo, y el Hijo la ha cargado sobre sus hombros, la ha llevado hasta al monte Calvario y en ella ha ofrecido su vida.
"En la cruz está el sufrimiento, en la cruz está la salvación, en la cruz hay una lección de amor. ¡Oh! Dios, quien te ha comprendido una vez, ya no desea ni busca ninguna otra cosa" (Canto cuaresmal polaco). La Cruz es signo de un amor sin límites.
* Necesito refrescar un par de reglas ortográficas en cuanto a la acentuación de "este", "aquel", etc. Sé que la tilde se pone cuando, al remplazar al objeto, no hay luego un predicado (¿bien dicho?).

2 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

En 'este' 'aquel' es necesario poner acento sólo cuando pueda haber ambigüedades; si no, es potestativo cuando es pronombre. Creo que la norma era así, aunque lo digo de memoria.

Un saludo

Juan Ignacio dijo...

¡Gracias!