viernes, 8 de abril de 2005

Profunda contradicción

Leo en la edición on line de hoy de La Nación que el Ministro de Salud dice tener “programas de salud reproductiva y procreación responsable” que buscan evitar el aborto. “Por eso distribuimos anticonceptivos y profilácticos para tratar de evitar que haya embarazos no deseados”, comenta en la nota de llamativo título: “García: ‘Nadie cuida más la vida que el Ministerio de Salud’”.

Más llamativo es el título de Clarín:
"El Ministerio de Salud lanzará una campaña masiva 'antiaborto'".
Recuerdo las palabras de Juan Pablo II en la encíclica “Evangelium Vitae”, documento que todo interesado en el tema debe leer. Las siguientes palabras no tienen desperdicio y revelan la profunda contradicción en que incurre nuestro ministro.

Se afirma con frecuencia que la anticoncepción, segura y asequible a todos, es el remedio más eficaz contra el aborto. Se acusa además a la Iglesia católica de favorecer de hecho el aborto al continuar obstinadamente enseñando la ilicitud moral de la anticoncepción. La objeción, mirándolo bien, se revela en realidad falaz. En efecto, puede ser que muchos recurran a los anticonceptivos incluso para evitar después la tentación del aborto. Pero los contravalores inherentes a la ‘mentalidad anticonceptiva’ –bien diversa del ejercicio responsable de la paternidad y maternidad, respetando el significado pleno del acto conyugal- son tales que hacen precisamente más fuerte esa tentación, ante la eventual concepción de una vida no deseada (...)”.
Contradicción profunda la del señor ministro entonces, querer evitar por un lado lo que por otro promueve.

1 comentario:

Juan Ignacio dijo...

El DIU es "recontra" abortivo.
Es un dispositivo que no permite que el embrión, ya existente, anide en el útero.